El viento, las olas y toda la dinámica natural nos muestran la compleja interrelación que existe entre la litósfera, hidrósfera, atmósfera y biósfera.
Gran parte de esa dinámica son para los seres humanos casi imperceptibles, como la erosión y la sedimentación producidas por el viento, los ríos, los glaciares, etcétera. Sin embargo, hay momentos en los cuales el comportamiento de los elementos naturales se vuelve violento, como los movimientos sísmicos y las erupciones volcánicas, poniendo en riesgo las sociedades, sus bienes y sus actividades.
Un movimiento sísmico, un huracán o cualquier otro fenómeno extremo de la naturaleza se convierte en desastre o catástrofe cuando ocasiona pérdidas humanas o económicas. Es decir, se denomina “Desastre Natural” sólo cuando el problema social o económico es detonado por un fenómeno de la naturaleza. Loe Golden dice “… un peligro latente se convierte en desastre si ocurre donde vive gente”.
CLASES DE DESASTRES NATURALES:
Se han clasificado más de 20 riesgos capaces de producir desastres. Abarcan desde terremotos hasta nieblas y brumas, pero los más importantes son:
- Hidrológicos: oleajes tempestuosos, tsunamis
- Meteorológicos: inundaciones, huracanes, ciclones, tifones, tornados, sequías, heladas, granizadas, olas de frío o de calor, nevadas o temporales de invierno.
- Geofísicos: movimientos sísmicos y vulcanismo, avalanchas, derrumbes, aluviones, aludes.
- Biológicos: marea roja (aparición en la superficie de las aguas de mejillones, almejas, etc. que son portadores de toxinas y alteran la cadena trófica)
Imagen de Tsunami.
Imagen de peligros en los Glaciares.
Imagen de las consecuencias de un desastre natural.
Fuente: www.portalplanetasedna.com.ar - Google Imágenes-
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